Nuestro enfoque se centra en utilizar métodos no invasivos que minimizan las molestias para nuestros clientes y reducen el impacto en las estructuras.
Una de las herramientas clave que empleamos es la tecnología de ultrasonido, que nos permite localizar fugas de agua de manera precisa y sin dañar las superficies. Mediante la emisión de ondas ultrasónicas, podemos detectar con precisión incluso las fugas más pequeñas, ya sea en tuberías enterradas, paredes o estructuras subterráneas.